La actual crisis sanitaria, protagonizada por el covid-19, ha impactado de lleno en empresas y negocios, generando de paso una situación de incertidumbre en los proyectos de emprendimiento en periodo de gestación.
Así, de acuerdo al informe “Situación del emprendimiento en España ante la crisis del COVID-19” auspiciado por GEM (Global Entrepreneurship Monitor) durante los primeros meses de la pandemia y la declaración del Estado de Alarma, el 35% de las empresas en fase de creación había paralizado sus planes y el 4% abandonado la idea. En el lado positivo, el 41% había decidido reorientar su modelo de negocio, mientras que el 56% no preveía un impacto negativo en su proyecto en los próximos meses o incluso, consideraba que podía ser beneficioso.
En cualquier caso, para hacer frente a esta situación, la capacidad de adaptación de las personas emprendedoras es clave: Debemos dotarnos de un estudio de mercado actualizado, revisar nuestra idea o modelo de negocio con el fin de adecuarlo a la nueva realidad, pero también ser capaces de aprovechar las oportunidades que están apareciendo. Es el momento de reinventarse.
Conscientes de ello, muchas empresas han adaptado ya su actividad para centrarse en nuevos nichos de negocio, entre los que destaca lógicamente el ámbito de la salud. De ahí que hayan surgido muchas empresas volcadas en la producción y distribución de mascarillas, geles desinfectantes, etc. Y es que, con toda probabilidad, este sector aumentará su protagonismo en un futuro.
Esta transformación sin embargo, llega más allá, con negocios como los vinculados a la arquitectura o la construcción, que han adaptado su oferta para adecuarse al creciente apetito por el diseño de viviendas con más espacio para terrazas y jardines, estancias flexibles, versátiles y con luz natural. Los interioristas en particular, se enfrentan al reto de encontrar soluciones para los locales de hostelería, con espacios innovadores que permitan la socialización de una manera segura, etc.
La digitalización integral de todos los ámbitos de la empresa es también sin duda una fuente de oportunidades de negocio. Se trata de una tendencia común al conjunto de sectores y se está acelerando su desarrollo e implementación con el objetivo de mejorar la competitividad. Es en este sentido una tendencia que ha llegado también a las pequeñas y medianas empresas.
En esa línea, numerosas de las restricciones que han llegado en la actualidad fundamentalmente vinculadas a la movilidad y el contacto, abren también un abanico de oportunidades de negocio para aquellas personas emprendedoras que puedan ofrecer soluciones eficaces: Teletrabajo, e-learning, e-commerce, eventos virtuales, pagos contactless, control de accesos sin contacto y un largo etcétera.
El mundo ha cambiado en pocos meses, y por ello es esencial insistir en la capacidad de reinventarse de las empresas y las nuevas ideas de negocio. Toda crisis y ésta no será una excepción, es una oportunidad y está en nuestra mano poder aprovecharla.