El sector creativo y cultural está siendo reconocido cada vez más por su papel como catalizador del desarrollo económico y la innovación en entornos urbanos. Pero, ¿qué actividades están encuadradas dentro de este sector?, ¿cuál es su peso real en la economía? y, muy importante, ¿que se está haciendo para reconocer ese rol?
Delimitando el sector
De acuerdo a la definición elaborada por la consultora KEA para la Comisión Europea, este sector se estructuraría de acuerdo a círculos concéntricos con las artes y el patrimonio en su núcleo; las industrias culturales del libro, música, cine y vídeo, radio-televisión, videojuegos y prensa en el siguiente círculo; las empresas y organizaciones vinculadas al diseño, la arquitectura y la publicidad a continuación; y por último las industrias asociadas a estas actividades.
Y es que, la creatividad y el arte impregnan más ámbitos de los que parece, siendo su presencia mayor cuanto más desarrollada es una sociedad. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, el diseño y el arte están presentes en muchas de nuestras actividades: en la ropa, en nuestro trabajo, en la comunicación, en algunos servicios públicos, en los libros, la música, obras de arte, etc.
Peso en la economía
De acuerdo a datos de la Unión Europea, este sector da empleo a más de 12 millones de personas (un 7,5% del total), con un peso del 4% en el Producto Interior Bruto (PIB). En el caso de Bilbao, este sector en 2019 generaba el 4,7% de los empleos, siendo la actividad de Arquitectura e Ingeniería la que más personas ocupa (40% del total), la Publicidad (12%), la TV y Radio (11%) y las actividades de Creación, Artísticas y Espectáculos (9%).
Estos datos son la constatación de que caminamos hacia una economía intensiva en conocimiento y creatividad, una característica especialmente presente en este sector, ejerciendo por tanto de catalizador, tanto de manera directa como indirecta, de la innovación y el emprendizaje en otros sectores.
Se trata por otro lado, de un sector fuertemente vinculado a las ciudades y entornos urbanos, siendo la concentración de personas y la red de conexiones que éstas proporcionan, claves para facilitar el proceso creador y de innovación, vinculado en particular a un nuevo modelo económico que favorezca la mejora medioambiental y la creación de empleo cualificado.
Reconocimiento de su papel
Conscientes de ello, ya en la Agenda Europa 2020 se hablaba de la necesidad de un “crecimiento inteligente” en el que las Industrias Creativas y Culturales (ICCs) deberían tener un papel determinante. Así mismo, uno de los tres pilares del nuevo programa Horizonte Europa (Programa Marco de Investigación e Innovación de la UE 2021-2027) es dar respuesta a los retos mundiales y de competitividad de la industria europea a través de seis clústeres, entre los que se encuentra la “Cultura, Creatividad y Sociedad Inclusiva”, siendo ésta la primera vez que se reconoce de una manera tan significativa a este sector.
En el caso de Euskadi y Bilbao, dentro de la Regional Innovation Strategy for Smart Specialization (RIS3) auspiciada por la Comisión Europea, se han identificado las prioridades estratégicas de especialización inteligente, entre las cuales se encuentra el ámbito de oportunidad de las Industrias Culturales y Creativas (ICCs).
Bilbao: Un modelo de transformación vinculado a la cultura
Bilbao ha desarrollado un camino de largo recorrido vinculado a la cultura y las disciplinas creativas, habiéndolas convertido en uno de los ejes principales de su gran transformación urbana y económica de las últimas décadas.
Ha sabido dotarse de infraestructuras y proyectos de referencia que han dado visibilidad a la ciudad en este ámbito, lo que la dado visibilidad y reconocimiento internacional. De igual forma, se han desarrollado proyectos también focalizados en el apoyo a la consolidación y crecimiento del sector a nivel local con Zorrotzaurre y Bilbao La Vieja, como los grandes espacios de referencia para la ciudad en este ámbito de la mano de un gran número de entidades, empresas y organizaciones de mayor o menor tamaño que contribuyen de manera significativa al desarrollo del sector creativo y cultural en Bilbao.
El reto es ahora sin duda y en el contexto de la crisis vinculada al covid-19, apoyar y reforzar la competitividad de este sector a nivel local, de manera que continúe en los próximos años su senda de consolidación y crecimiento como sector estratégico para la ciudad.